Investigadores en Estados Unidos y Reino Unido diseñaron accidentalmente una enzima que come plástico, lo que podría ayudar de manera eventual a resolver el creciente problema de la contaminación por este material, según un estudio.
Cada año, más de ocho millones de toneladas de plástico son tiradas a los océanos, y cada vez aumenta más la preocupación por el legado tóxico que estos productos derivados del petróleo dejan sobre la salud humana y el medio ambiente.
La mayoría del plástico puede permanecer cientos de años en el ambiente, pese a los esfuerzos de reciclaje, es por ello que los científicos están buscando mejores maneras de eliminarlo.
Científicos de la Universidad de Portsmouth y del laboratorio nacional de energía renovable del Departamento de Energía de Estados Unidos decidieron enfocarse en una bacteria que se da naturalmente y que fue descubierta unos años atrás en Japón.
Investigadores japoneses creen que la bacteria evolucionó muy recientemente en un centro de reciclaje de basura, ya que los plásticos se inventaron apenas en la década de 1940.
Conocida como Ideonella sakaiensis, esta bacteria parece comer exclusivamente un tipo de plástico conocido como Tereftalato de polietileno (PET), que se utiliza principalmente para botellas de plástico.
El objetivo de los investigadores era entender cómo trabaja una de sus enzimas – llamada PETase -, para poder descubrir su estructura.